Acción en protesta por quioscos de animales en las Ramblas
Foto: Eloy de Mateo
BRUTAL EXPERIENCIA

El viernes 27 de junio, los activistas Leo y Carlos llegaron a la Plaza Catalunya de Barcelona dispuestos a encerrarse en unas pequeñas jaulas para animales, a la intemperie.

Se trataba de mostrar y denunciar, la situación en la que se encuentran los animales en los once quioscos de las Ramblas, dedicados a su venta. Iban a pasar 36 horas metidos dentro de las jaulas, sin salir absolutamente para nada. No comer ni beber era la táctica para evitar la necesidad de “ir al lavabo”.

La experiencia iba a durar hasta la noche del Sábado al Domingo, a las 4 de la madrugada.
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo
Aquella primera tarde, los transeúntes, curiosos, sorprendidos, interesados, preguntaban que era aquello. Se les explicaba y muchos de ellos se acercaban a la mesa instalada por los compañeros de los enjaulados a dejar su firma en apoyo a la causa que allí se defendía.

Pasó aquella primera tarde, era como haber superado una etapa y, en los activistas, se mezclaban la esperanza y la incertidumbre.

Cayó la noche y el tránsito que pasaba ante las jaulas, era el de los noctámbulos, jóvenes de fiesta, vendedores ambulantes de bebida, algún borracho…

Llegó la Guardia Urbana (policía local de Barcelona), pararon su furgoneta cerca de los enjaulados, - quizás vengan a echarnos – pensaron desde dentro de las jaulas, pero se marcharon sin actuar.

Seguían pasando los transeúntes nocturnos, se seguían acercando, seguían preguntando y seguían firmando. Alguno daba su disertación sobre el tema e incluso, los hubo que se unieron a los activistas, ofreciéndoles su apoyo y compañía durante la noche.

Llegaron los Mossos d’Esquadra (policía catalana), bajaron del coche patrulla al ver a los enjaulados y a toda la gente de alrededor. Una vez más, los activistas, pensaron que iban a ser expulsados del lugar.

Los agentes preguntaron que era todo aquello, se les explicó, después de lo cual, recordaron a los que allí estaban el teléfono policial y que llamaran si tenían algún problema.
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo
Foto: Eloy de Mateo