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La evacuación y el terror

El 31 de agosto del 2021, se cumple el plazo para que los occidentales abandonen el país. El ejército afgano lo sabe y sabe que el país quedará en manos de los talibanes, por lo que los soldados prefieren rendirse, abandonar sus puestos, entregar sus armas a los talibanes y desertar del ejercito para evitar ser represaliados cuando los talibanes tomen el poder.

De esta manera, los talibanes, en unos pocos días toman el control absoluto del país, el 15 de agosto del 2021, entran en Kabul sin encontrar ninguna resistencia, el gobierno afgano dimite y huye, mientras los talibanes toman la capital y el poder sin ninguna oposición.Esto provoca pánico en los ciudadanos de Kabul, hay muchos en la ciudad que han colaborado con los occidentales y saben que serán represaliados. Kabul ha sido hasta este momento la ciudad mas occidentalizada y sus habitantes están aterrorizados por la amenaza de un nuevo régimen integrista islámico. Todo esto provoca escenas de pavor en el aeropuerto, donde miles de personas se apelotonan intentando subir a los aviones que están realizando la evacuación de los soldados occidentales.

Se ven familias entregando a sus hijos a los soldados para que los saquen del país, miles de personas invaden la pista mientras los aviones despegan, intentando subirse a ellos en marcha de forma desesperada, produciéndose escenas espantosas de gente colgada en los aviones, que se han agarrado a ellos y caen al vacio cuando el avión se eleva.
ISIS-K

Es la filial del Estado Islámico en la zona de Afganistán y Pakistán, fue creado en 2015 y tiene su sede en la provincia de Nangarhar en Afganistán, junto a las rutas del tráfico de drogas.

En principio, están enfrentados a los talibanes, a los que acusa de abandonar la yihad y, debido al Acuerdo de Doha, en un acto propagandista, los acusa de colaborar con las fuerzas de EEUU para evacuar espías.

Sin embargo, existen vínculos entre ISIS-K y los talibanes mediante la llamada Red Haqqani.

La Red Haqqani, es un grupo guerrillero afgano que lucha contra las fuerzas de la OTAN, en 1995 se asoció con los talibanes y, desde entonces, actuan coordinadamente.


En la decada de 1980, la Red Haqqani, fue uno de los grupos mas financiados por la CIA y apoyados por la administración de EEUU, para luchar contra los soviéticos. Entonces el presidente de EEUU era Ronald Reagan.

En 2012, EEUU la declaró organización terrorista.

La Red Haqqani y los talibanes, tienen el objetivo común de interrumpir los esfuerzos militares y políticos occidentales en Afganistán y expulsarlos del país de forma permanente. Es por su presión por lo que se forzó el Acuerdo de Doha, para que los occidentales se retiren de Afganistán y no interfieran en la política y sistemas educativos de las naciones islámicas.
Rusia y China

La entrada en escena de ISIS-K con sus dos atentados en Kabul y la insistencia en que ISIS-K y talibanes son enemigos, ha servido para suavizar la imagen de los talibanes y darles algo de legitimidad, al menos momentáneamente, a esto se unen Rusia y China.

Los diplomáticos rusos argumentan que la capital es más segura ahora que antes y el presidente ruso, Vladimir Putin, asume que el control de los talibanes es una realidad con la que hay que trabajar. Rusia mantiene su misión diplomática y a las 48 horas de la toma del poder por parte talibán, el embajador Dimitry Zhirnov, ya se reunió con los representantes talibanes.

El enviado especial de Putin a Afganistán, Zamir Kabulov, incluso dijo que era más fácil negociar con los talibanes que con el antiguo “gobierno títere” del presidente Ashraf Ghani y es que a pesar de que los talibanes están en la lista de organizaciones terroristas de Rusia desde 2003, los representantes del grupo han estado manteniendo conversaciones con Moscú desde 2018.

Fue en 2018 cuando, Abdul Ghani Baradar, abrió una oficina diplomática en Qatar y desde allí a iniciado relaciones con la ONU, Rusia y China.

En julio del 2021 los talibanes estuvieron en Pekín con el ministro de exteriores chino.

China plantea incorporar al Afganistán sin americanos, a la alianza económica de la Ruta de la Seda y dotarle de grandes inversiones a condición de que los talibanes no apoyen a los separatistas que hay en algunas regiones de China.

También tenemos el futuro gasoducto de 1.800 Km que desde Turkmenistán llegará a la India, pasando por Afganistán y Pakistán y que los talibanes han prometido respetar.
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