El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) es la principal agencia de inteligencia de Ucrania, nació de la rama ucraniana del KGB soviético. Desde el 2014, su unidad de fuerzas especiales, el Grupo Alpha, ha estado involucrada en operaciones contra Rusia y los separatistas prorrusos pero el SBU estaba infiltrado por rusia y por ucranianos prorrusos, lo que llevó a Zelenski a cesar a su jefe, Ivan Bakanov.

Sin embargo, la principal baza de la
inteligencia ucraniana, según Kristian Gustafson, subdirector del “Centro Brunel de Estudios de Inteligencia y Seguridad”, son los servicios de inteligencia aliados y las fuentes abiertas. Las agencias de EEUU informan en tiempo real a las fuerzas ucranianas de todos los movimientos rusos y de cuándo y dónde impactarán los misiles y bombas lanzados por el ejército ruso. Kiev obtiene imágenes satelitales de Maxar, pagadas con los donativos occidentales y Canadá proporciona a Ucrania imágenes de su RADARSAT-2.

La inteligencia de EEUU también ayuda a nivel operativo, tanto en la planificación como en la ejecución de operaciones.

EEUU también cuida de la seguridad de Zelenski mediante el servicio clandestino de la CIA, por ejemplo, dirijiendo los
movimientos del presidente y asegurándose de que esté en lugar seguro y no esté ubicado junto a su cadena de mando, además de cuidar de la seguridad en sus desplazamientos.

El servicio secreto español, CNI, vigila a los españoles que han ido como voluntarios a luchar en Ucrania, especialmente a aquellos que se unieron a grupos paramilitares, como el Batallón Azov, como medida de precaución para la vuelta de estos voluntarios, que podrían volver radicalizados y con experiencia en combate.

El papel de Israel.
Israel ha sido colaborador interesado habitual de Rusia. El ex primer ministro Ariel Sharon, calificó a Putin de “verdadero amigo de Israel” y el Gobierno de Benjamin Netanyahu consolidó esa relación hasta su derrota electoral en 2021.

En 2019, Israel reveló un acuerdo con Rusia para no vender armas a Georgia y Ucrania a cambio de que Moscú no vendiera armamento a Irán puesto que la “Guardia Revolucionaria” iraní armaba a Hezbolá y Hamas.

En 2020, Israel vendió drones a Rusia que, a cambio, mejoró la aviación militar israelí.
 
Israel también negó a Ucrania su programa de spyware Pegasus y no transfirió a Kiev el sistema de defensa aérea “Cúpula de Hierro”. También se negó a armar a Ucrania y prohibió a los países bálticos mandar a Ucrania armas israelíes.

Finalmente el diario Haaretz anuncia que el gobierno israelí, sólo proporcionará sistemas defensivos para proteger a las tropas, no antiaéreos, equipos personales y sistemas de alerta que no provoquen una crisis con los rusos.