Report Fotografía / 26 de julio del 2019
Texto: Eloy de Mateo
Iván Redondo es un consultor, trabaja para quien le contrate, primero trabajó para el PP y ahora lo hace para el PSOE siendo el jefe de gabinete de Pedro Sánchez, al que convirtió en secretario general del partido y al que dirijió en la moción de censura para echar de la presidencia del gobierno a Rajoy, implicándo en la operación a Pablo Iglesias y su formación, Podemos, de los que ahora, una vez utilizados, se deshace.

El 5 de mayo, Redondo le dijo a Pablo Gentili, asesor de Iglesias, que “Si Pablo da un paso atrás habrá Gobierno siempre y cuando él quiera que haya Gobierno” de esta forma le indicaba que no querían a Pablo Iglesias en un futuro gobierno de coalición. Pero en Podemos no estaban dispuestos a renuniar a que su líder no tuviera poder en ese gobierno compartido. La estrategia tanto del PSOE como del PP, es mantener el monopolio en el poder político que tienen entre ambos, por lo que hay que asimilar a los demás o eliminarlos. Así que el objetivo desde el primer momento fue, conseguir un gobierno sin Iglesias o elecciones sin Iglesias, en definitiva, hay que eliminar a Iglesias.

Para ello es necesario utilizar, como siempre, a los medios de comunicación y equipo de periodistas afines, para conformar la mentalidad e inculcar las ideas adecuadas en la mente de la población de forma que las consideren suyas (lo que en general y de forma abstracta es, culturizar).

Se inició la campaña de propaganda en TV y redes sociales.

El 4 de julio, se prepara una entrevista a Pedro Sánchez en Tele 5, para lanzar el mensaje de que, el PSOE, le ofrece a Iglesias que nombre a ministros independientes de reconocido prestigio y de la órbita de Podemos.

Esto fue ampliamente difundido por los periodistas afines, indicando a Iglesias que no podía despreciar tan generosa oferta y no posibilitar un gobierno progresista y de izquierdas. Y así se iniciaba la campaña para presentar a Iglesias como un egoísta que anteponía el ser vicepresidente a que se llevaran a cabo medidas sociales importantes.

Redondo pone a los periodistas del PSOE a transmitir el mensaje de que Iglesias es el responsable del bloqueo político, mientras, desde Podemos, utilizan a sus periodistas de confianza y a Juan Carlos Monedero para referirse a Iván Redondo como un mercenario del marketing político que trabaja para quien le page.

En Podemos, también organizan una consulta a las bases, preguntando si prefieren un gobierno de coalición sin vetar a nadie o si prefieren facilitar la investidura y pasar a la oposición, ganó la primera opción y, con esta consulta, Iglesias diluye la imagen de autoritario y egoista que se estaba difundiendo de él desde el PSOE.

Redondo, redobla el ataque organizando una entrevista en la Cadena SER, uno de los medios afines al PSOE, para que Sánchez pueda decirle al país entero que Iglesias ha fabricado una consulta “trucada”, sin preguntar a las bases por la opción que se les había ofrecido de incorporar ministros de Unidas Podemos (en realidad, esta propuesta era solo para ministerios considerados menores. Los ministerios importantes se los guardaba en exclusiva el PSOE, argumentando que eren ellos los que habían ganado las elecciones). Simultáneamente difunden informaciones donde se dice que Errejón (ahora, disidente de Podemos), superaría a Iglesias en unas hipotéticas elecciones.
Al día siguiente, Iglesias accede a apartarse, mientras desde Podemos, se inicia una campaña en redes sociales con el hagstag “Con Redondo, no” también se inicia campaña para presentar a Iglesias como un martir que se sacrifica para evitar un gobierno de ultra derecha mientras que, desde el PSOE, no se esta siendo generoso ni se están facilitando las cosas.

Desde el PSOE, se filtra que Podemos pide los ministerios de Hacienda y Trabajo y tres más, también el nombramiento como ministro de Echenique y de portavoz del gobierno a Irene Montero.

El miercoles 24, día de la primera votación, el PSOE hace pública su oferta, tres ministerios y una “vicepresidencia social” para Irene Montero, Podemos insiste en que se le dan ministerios vacios y por la noche, vispera de la votación definitiva, desde el PSOE se filtra el documento con las peticiones de Podemos, la vicepresidencia y cinco ministerios. Se presentan estas exigencias como un chantaje, frente a la buena oferta presentada por el PSOE.

El jueves 25, en la intervención previa a la votación definitiva, Sánchez realiza un discurso desacreditando a Iglesias y a Podemos.

Luego interviene Iglesias que dice que alguien del PSOE, se ha puesto en contacto con él para decirle que le pida a Sánchez las “competencias para las políticas activas de empleo” a cambio de renunciar al Ministerio de Trabajo y... ¡Le hace la propuesta!.

Iglesias ha caído en una trampa involuntaria. Adriana Lastra, portavoz del PSOE, ridiculiza a Iglesias diciéndole que estas competencias están transferidas a las comunidades autónomas, no dice toda la verdad, son las pasivas las tranferidas, las activas son compartidas, pero el golpe ya está dado. Han acabado con Iglesias, al menos, de momento.
Pablo Iglesias cae en la “trampa” y Adriana Lastra lo remata
La estratégia de Redondo y su equipo ha dado resultado, aunque quizás, también puede acabar perjudicando a la larga, a la carrera de Sánchez.
Desde el PP se trata de asimilar a los nuevos partidos incluida la ultra derecha, para recuperar la estabilidad y dominio en el espacio de la derecha, el PSOE trata de hacer lo mismo en el espacio de la izquierda y, tras el enfrentamiento que supuso la guerra de Irak y el 11-M, además de la complicación del mapa político que supuso la entrada en escena de Podemos, tarde o temprano, PP y PSOE tendrán que decidir la coordinación en este tema a nivel de estado, manteniendo el seguir siendo la oposición el uno del otro. Esto si quieren intentar seguir manteniendo el sistema de poder político como hasta ahora, pero... ¿Y si desde el PP, a cambio, se pide la cabeza de Sánchez?