El 12 de noviembre del 2018, PP y PSOE, llegan a un acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el pacto fue acordado por Dolores Delgado (PSOE) y Rafael Catalá (PP).

Se trataba de repartirse los vocales, que son elección de los partidos (10 por el PSOE y 10 por el PP), finalmente se llega al acuerdo de que el PP cede un vocal al PSOE y a cambio se pondrá como presidente del CGPJ a Manuel Marchena.

El reparto es el siguiente:
- 10 vocales PSOE (tendrían que ser 11 pero uno se lo ceden a Podemos).
- 1 vocal Podemos (el que le ha cedido el PSOE).
- 9 vocales PP.
Y como presidente del CGPJ, Manuel Marchena.

Marchena, considerado conservador, hasta ese momento era el presidente del tribunal que ha de juzgar a los presos independentistas y, además, el ponente de la sentencia. Debido a su nuevo cargo como presidente del CGPJ, deberá abandonar su puesto en el tribunal del juicio para asumir las responsabilidades de su nuevo puesto y, el elegido para sustituirle en el tribunal es, Andrés Martínez Arrieta, considerado progresista.

No se entiende porque en el PP iban a tener interés en cambiar a un presidente del tribunal del juicio a los independentistas considerado conservador por otro considerado progresista y había cierto malestar en las filas del partido.

Para argumentar que el acuerdo era bueno para el PP, Ignacio Cosidó, portavoz del Grupo Popular en el Senado, envía unos mensajes de whatsapp al grupo de senadores del PP que pronto son filtrados al diario “El Español” para que los difunda.

El autor de los mensajes se felicita por el acuerdo por el que el PP controla las salas 2 y 61 del Tribunal Supremo, que son las que se encargan de la causa general contra el independentismo y de la ilegalización de partidos respectivamente.

Estos mensajes propician un escándalo que revienta el acuerdo entre PSOE y PP, ya que se puede deducir de ellos que ha habido un “trapicheo” para controlar a la justicia, lo que es contrario a la separación de poderes. Ya habían decidido quien sería el presidente del CGPJ sin que estuviesen designados los vocales, que son los que han de tomar esta decisión.

El resultado es que Marchena renuncia a su candidatura como presidente del CGPJ, con lo que podría seguir ejerciendo su papel en el juicio a los independentistas como hasta ahora.

Dadas las circunstancias, la defensa de los acusados recusa a Marchena para que no pueda volver a hacerse cargo del juicio y el juez Francisco Monterde resolverá si tramita la recusación contra el magistrado.

- Actualización:
El 5 de diciembre del 2018, la Sala 61 del Tribunal Supremo, ha decidido rechazar la recusación del juez Marchena y de los seis magistrados que han de juzgar a los presos independentistas catalanes.