- Dióxido de Carbono (CO2):
Provocado principalmente por la quema de combustibles
fósiles para la generación de electricidad, el
transporte, la calefacción, la industria y la
edificación. También provocado por la
producción de cemento y otros bienes. Y como
consecuencia la deforestación.
- Metano (CH4): Provocado por la ganadería, la
agricultura (principalmente el cultivo de arroz), el
tratamiento de aguas residuales, la distribución del gas
natural y petróleo, la industria de la minería y
el carbón, el empleo de combustibles y los vertederos.
- Compuestos halogenados (HCFC, CFC, HFC,
PFC...): Gases de origen antropogénico (resultado de las
actividades humanas). No son nocivos para la capa de Ozono (O3) pero
si aumentan el efecto invernadero. Provienen de la
producción química para diversos sectores
(refrigeración y calefacción, eléctrico y
electrónico, médico, metalúrgico...)
- Ozono troposférico (O3):
Reacción entre los gases CO, HC, NOx COV, emitidos en el
empleo de combustibles.